lunes, 2 de abril de 2007

Hominator



Estoy vago y últimamente sólo actualizo con vídeos o imágenes, no escribo nada que tenga más literatura que una etiqueta de champú. Lo sé, pero estoy muy liado con otras webs y con cosas del trabajo (es fútbol y me encanta, pero aún así coge mucho tiempo) y además, pardiez, no sabría con claridad si esta web la lee alguien, así que tampoco importa mucho.

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4 Comments:

At 14 de abril de 2007, 19:31:00 GMT-7, Blogger Sandra said...

ahem... cof, cof!

 
At 18 de junio de 2007, 10:00:00 GMT-7, Blogger Ana Lahoz said...

Pedritoooooo! ¡Sorpresaaaa!

Jajaja..

Yo si que te leo campeón. Grande Palop! Ese video de ahi abajo no deja de ponerme los pelos de punta...

Muak.

 
At 6 de abril de 2008, 8:21:00 GMT-7, Blogger Luciano said...

pero si no kurras una mierda a kien vas a engañar

 
At 30 de enero de 2009, 9:16:00 GMT-8, Blogger Ramiro said...

Te va a sorprender, pero no sé qué estaba buscando en la internet y encontré un artículo que subiste en el 2006: punk y dadaísmo.
Me gustó muchísimo, yo también había pensado en las semejanzas entre ambas manifestaciones artísticas, pero no en lo que pusiste hacia el final, sobre el hecho de que fueron engullidos por el capitalismo.

Creo que el punk fue la prueba última de que es inútil pretender tener uan actitud "revolucionaria" a través de ciertas prácticas que quizás nos parecen relativamente nuevas pero que ya existían hace mucho tiempo... por ejemplo, en Literatura y Revolución, Trotsky escribió:

"Los investigadores que para definir la naturaleza social del futurismo en sus inicios conceden decisiva importancia a las protestas contra la vida y el arte burgués, poseen un conocimiento insuficiente de la historia de las tendencias literarias. Los románticos, fueran franceses o alemanes, hablaban siempre de forma cáustica de la moralidad burguesa y de la rutina. Además, llevaban los cabellos largos, alardeaban de un tinte verdoso de piel, y Teófilo Gautier, para acabar de cubrir de vergüenza a la burguesía, se ponía un chaleco rojo que causaba sensación. La blusa amarilla de los futuristas es, sin duda alguna, nieta del chaleco romántico que provocó tanto horror en papás y mamás de la época. Como sabemos, ningún cataclismo siguió a esas protestas, los cabellos largos y el chaleco rojo del romanticismo. La opinión pública burguesa adoptó sin más aquellos gentlemen y los canonizó en sus manuales escolares."

Ya en las primeras décadas del siglo XX se veía que por ejemplo revelarse a través de la ropa es una actitud inútil y muy poco eficaz para oponerse al capitalismo.

Bueno, colgué escribiéndote de algo que publicaste hace años, pero es que sinceramente me encantó el artículo. Que estés bien.

Saludos desde Argentina.

 

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