lunes, 27 de noviembre de 2006

Siempre Ganamos Algunos Euros

Había una broma por internet, en la ya difunta Frikipedia sobre la SGAE y el significado de sus siglas. Dicha broma y las reacciones de la SGAE llevaron al cierre de la web a pesar de la campaña de apoyo que surgió en la red a favor de la página.

Tras todo el revuelo que ha surgido por la actuación que se tuvo que cancelar de Ramoncín ante la lluvia de objetos lanzados por el público (actitud animal injustificable totalmente), lo más aconsejable no es dejarse llevar por el razonamiento simple y tratar de comprender cómo es posible que cientos de personas acumulen tanta ira contra un personaje como el rey del pollo frito.

La SGAE ha sembrado vientos, ahora recoge tempestades. El cánon a los cds y dvds vírgenes, el cobro a bares y salones de boda y todas las acciones de dudosa moralidad han conseguido crear un clima de rechazo entre los sectores más informados musicalmente hablando.

La realidad es la que es. La industria discográfica se muere. La música sobrevive. Nos intentan convencer de lo contrario, de que sin industria no habrá música, que la distribución y producción son indispensables. En parte es cierto. Pero la distribución por internet ha superado casi a la física (el ejemplo más claro de ello son los Artic Monkeys y su éxito), los grandes músicos ya contrastados como U2 se hacen eco de ello y agradecen poder llegar a más público. El top manta no es el problema, para la industria el problema son las descargas personales, el emule y todos los mp3s que cada uno en su casa se descarga.

Si los músicos que empiezan se benefician de internet y los ya consagrados como músicos capaces de llenar estadios con miles y miles de personas en medio mundo, también apoyan internet, ¿a quién perjudica realmente? Perjudica al musicucho que pretende vivir de los discos, olvidando que el músico siempre ha vivido del directo. Perjudica a los que realizan "música gastronómica", como los definió Umberto Eco, un producto musical creado para no durar, simplemente para ser consumido y quemado en un corto período de tiempo, justo para sacar otro producto comercial igual para ser consumido de nuevo. Perjudica a las grandes discográficas, las que creen que alguien puede pagar 20 euros por un cd con 12 temas de los cuales la mayoría suelen ser basura, esos mismos que decían que no se podían abaratar los costes (aunque ahora por el mismo precio suelen meter más temas e incluso algún dvd). Perjudica a los que están intentando matar a la música diciendo que se muere, cuando en realidad son ellos los que pronto van a pasar hambre.

Mi consejo: BAJAD TODO LO QUE PODÁIS DE INTERNET. Si luego os gusta y sois de los que disfrutáis teniendo cds originales, compraoslo si está en vuestra mano.


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